Presentación de tres libros de Tomás Segovia

Las sendas perdidasEl Ateneo Español de México, la FLM, la Dir. Publicaciones UNAM y ESN Invitan
a la presentación de 3 libros
de Tomás Segovia
Salón María Zambrano del Ateneo Español
jueves 7 nov 19:00 horas

 

 

El tiempo en los brazos tomo I y II

El primer tomo de El tiempo en los brazos da inicio con una entrada del 5 de junio de 1950 y finaliza con una entrada del 29 de diciembre. En ella se consignaba la conclusión de su poema-libro Cantata a solas y se señalaba, casi con valor aforístico, “valorar excluye juzgar”. El tomo segundo, que finaliza en 2005, incluye como si se hubiera propuesto una simetría perfecta, los siguientes 23 años. Los sistemas de medición del tiempo –los minutos, los días, los años– son construcciones artificiales para medir el tiempo, pero no sirven para valorarlo, sólo para darle forma. Pero Segovia al tener el tiempo en sus brazos –más abrasar que acunar–, también lo valora. Incluso va más allá: le declara su amor en medio de la turbulencia. Para esa fecha Segovia ya había dado a conocer algunos adelantos de sus Cuadernos en ediciones artesanales y subía con frecuencia páginas a su blog. Hoy aparece este segundo tomo para refrendar su presencia como uno de los escritores más singulares de nuestro tiempo abraz/sado.

Los oídos del ángel

Tomás Segovia fue un gran lector de novelas y cuentos. Cesare Pavese y Thomas Mann ocuparon en unos años sus desvelos, reconocía en Proust y su En busca del tiempo perdido la gran novela fundadora de una sensibilidad de la que él formaba parte. Dedicó algunas brillantes páginas a celebrar el genio de Cervantes y las aventuras de su ingenioso hidalgo. Los que lo escucharon en un curso que dedicó a Henry James recordarán el entusiasmo por el escritor angloamericano y su capacidad de captar el alma femenina. En Cartas de un jubilado y Los oídos del ángel, cuya edición el lector tiene en sus manos, encuentra en la novela el género ideal para mirar su pasado sin volverse estatua de sal. Fruto de una sensibilidad a flor de piel la narración de Los oídos del ángel es un entrañable y riguroso retrato generacional en el que los personajes encarnan, no ideas y sentimientos, sino una manera de vivir.